humana lenta .


¿Quién soy? no puedo responderlo. Igual tú sí puedes por mí, después de leer este rejunte de cosas que me identifican, al menos por ahora.

Busco narrativas en todo lo que vivo, habito y experimento, porque es allí donde reside la vida misma: las historias nos conmueven, nos interpelan, nos unen. Las historias mueven al mundo.

escribo

acompaño

creo

viajo

una vida llena de pequeñas vidas

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una vida llena de pequeñas vidas 〰️

Siempre tuve la sensación, o incluso la seguridad, de que había mucho más por conocer de mí misma, de que había, en mí, un mundo completamente desconocido. Cuanto más crezco, más me acerco a la creencia de que, en realidad, no conocemos nada tanto como creemos. Será por eso que viajo. Será por eso que escribo. 

Mirando por un gran angular mi vida, algunas personas podrían decir que vivo perdida: me recibí de traductora literaria, estudié Coaching y escritura terapéutica, trabajé en Marketing. A mí me gusta más (y me sienta mejor) decir que, a pesar de los miedos, los peros y las presiones, mi vida es una construcción de las decisiones que tomé a cada momento, y por eso todo cambia tanto: porque me permito ser humana. La traducción alimenta vorazmente mi necesidad intrínseca de encontrar las narrativas que conducen mi vida. El desarrollo personal me regala nuevas formas de hacerme preguntas. La escritura, la escritura… es la que encauza todos mis caudales. 

Desde muy chica, con mi hermana G. teníamos un juego que empezaba siempre ella: 

-¿A quién ama usted? 

-A usted, ¿y usted?

-A usted. 

Es una frase que no puedo escribir ni decir sin llorar. Recuerdo la inocencia, y a la vez la gratitud con la que la decía: sentía que tenía toda una vida por delante para vivir siendo amada. La tuve. La tengo. 


Tal vez sea esa la razón que germine mi búsqueda de encontrar maneras de atesorar la vida, de vivir presente en el presente, de admirar la belleza, de encontrar maravillas en lo minúsculo. Y luego, compartirlo.

Soy una buscadora de la belleza pequeña: las sombras con las que juega el sol, el humo del café, el viento en la cara.